¿Te duele mucho la espalda? Quizás tienes una hernia discal: aquí los síntomas más frecuentes

El dolor en la espalda, a causa de una hernia discal, puede impedir que realices ciertas actividades diarias

La columna vertebral está conformada por huesos o vértebras que están separados uno del otro gracias a pequeños discos que tienen apariencia de dona gelatinosa.

Estos discos tienen un revestimiento duro y un centro blando, que cuando sufre un desgarro o una rotura, produce hernia discal, también conocida como hernia de disco.

La mayoría de las hernias discales se producen en la columna lumbar (parte baja de la espalda), pero la parte superior de la columna, en la cervical, justo en el cuello, también puede verse afectada.

¿Cuáles son los síntomas más comunes?

Aunque muchos pacientes con hernia discal no presenten síntomas, existen algunos que han sido reconocidos como los más frecuentes:

Dolor en los brazos o en las piernas

Cuando se trata de una hernia discal en la parte baja de la espalda, el dolor se produce con mayor intensidad en los muslos, los glúteos y las pantorrillas. Y en algunos casos, el dolor llega a parte del pie.

Cuando se produce en la columna cervical, el dolor se vuelve intenso en los hombros y en los brazos. Y si estornudas o toses, se puede disparar a diversas zonas de toda la columna vertebral.

Debilidad

Los nervios afectados por la hernia discal hacen que los músculos que dependen de ellos se debiliten. Produciendo que pierdas tu capacidad de sostener objetos o incluso de levantarte.

Hormigueo o entumecimiento

El hormigueo ocurre sobre todo en partes del cuerpo que se nutren de los nervios afectados por el desgarramiento de los discos.

Existen casos de pacientes que han descubierto una hernia discal al realizarse un diagnóstico por imágenes (TAC), para detectar si existen daños en la columna vertebral, a causa de alguna lesión.


No existe causa exacta de por qué se producen desgarros en los discos vertebrales. Sin embargo, lo que más se relaciona a ello es el envejecimiento o la degeneración de los discos, a causa del avance en la edad de la persona.

Estos discos, con los años, pierden parte de su contenido en agua, y a su vez van perdiendo la flexibilidad. Por lo que están más sensibles a roturas con tan solo un mínimo esfuerzo.

En casos avanzados, la hernia discal puede causar debilidad extrema o parálisis permanente, al afectar la médula espinal, que se encuentra justo debajo de la cintura.